La otoplastia, también conocida como cirugía de las orejas, es un procedimiento quirúrgico estético que busca corregir el aspecto de las orejas, mejorando su apariencia y proporción en relación con el rostro. Es comúnmente solicitada para tratar las orejas prominentes u orejas "de soplillo", aunque también puede abordar otras alteraciones como malformaciones congénitas, asimetrías o deformidades postraumáticas.
En Clínica Novoa, nuestra clínica de cirugía plástica en Vigo, Santiago y A Coruña, somos expertos en esta intervención. En este artículo te contaremos todo lo que necesitas saber sobre la misma. ¡Quédate a leer con nosotros!
¿Qué personas pueden someterse a una otoplastia?
Los candidatos ideales para una otoplastia son personas con buena salud general, estables emocionalmente y con expectativas realistas sobre los resultados del procedimiento.
Durante la evaluación preoperatoria, el cirujano plástico realiza una historia clínica completa del paciente y un examen físico detallado de las orejas, evaluando su tamaño, forma, posición y simetría. Se toman fotografías preoperatorias para documentar el estado inicial y planificar la estrategia quirúrgica. Es fundamental que el paciente exprese sus inquietudes y expectativas para que el cirujano pueda determinar si la otoplastia es la mejor opción y explicar los posibles resultados.
¿Cómo es esta intervención?
La otoplastia se realiza generalmente bajo anestesia local con sedación, aunque en niños pequeños puede requerirse anestesia general. La técnica quirúrgica empleada dependerá del tipo y grado de deformidad a corregir. En la mayoría de los casos, se hace una incisión en la parte posterior de la oreja, en el pliegue entre la oreja y la cabeza, lo que permite acceder al cartílago auricular.
Nuestros cirujanos expertos pueden remodelar el cartílago, plegándolo, recortándolo o utilizando suturas para crear una forma más natural y reducir la prominencia de las orejas. En algunos casos, resulta necesario extirpar una pequeña cantidad de piel o cartílago. Las suturas empleadas suelen ser absorbibles y no requieren ser retiradas posteriormente.
Recuperación postoperatoria
Después de la cirugía, se coloca un vendaje compresivo alrededor de la cabeza para proteger las orejas y minimizar la inflamación. Es normal experimentar molestias y sensibilidad en la zona durante los primeros días, que pueden controlarse con analgésicos. Se recomienda dormir con la cabeza elevada y evitar actividades físicas intensas durante las primeras semanas.
El vendaje se retira a los pocos días y se puede utilizar una banda elástica para mantener las orejas en su nueva posición durante un tiempo determinado. La inflamación y los hematomas irán desapareciendo gradualmente, y los resultados finales de la otoplastia serán visibles a las pocas semanas o meses.
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